El paso de los años y las inclemencias meteorológicas afectan al estado de los edificios. Aparte de las consecuencias estéticas, el deterioro de la fachada de un edificio implica la pérdida de su capacidad aislante y puede afectar a la calidad de vida de quienes lo habitan.
Es por ello que llevar a cabo una rehabilitación de fachadas es sumamente importante, además, ahora que puedes contar con diferentes ayudas para la rehabilitación de fachadas, el presupuesto no será un impedimento.
En qué consiste la rehabilitación de fachadas
La rehabilitación de la fachada de un edificio engloba trabajos de restauración y fortalecimiento de la apariencia y durabilidad de la cara exterior de un edificio o una vivienda.
Tipos de trabajos de rehabilitación de fachadas
- Reparación
- Restauración
- Pintura y limpieza
- Hidrofugado
- Aislamiento Térmico SATE
- Revestimiento Monocapa
- Instalación y reparación de canalones, bajantes
- Sellado juntas de carpintería o dilatación
- Anclajes de piedras
- I.T.E. Inspección Técnica de Edificios
Cuándo es necesaria la rehabilitación de una fachada
Las fachadas de edificios y viviendas necesitan un mantenimiento periódico para detectar lo antes posible cualquier deterioro y tomar medidas preventivas cuando sea necesario. Aparte de esto, es completamente necesario acometer una rehabilitación cuando:
- Hay problemas de humedad
- Hay carencias en el aislamiento
- Hay signos de deterioro en la estructura o el revestimiento que pueden comprometer la seguridad del edificio
Por lo general, es recomendable llevar a cabo una rehabilitación de las fachadas en edificios de más de 30 años.
Beneficios de la rehabilitación de fachadas
La rehabilitación de fachadas mejora considerablemente la estética de una propiedad, pero también conlleva otros beneficios que hay que tener en consideración a la hora de evaluar si nuestra casa o el bloque de pisos donde vivimos debería someterse a una renovación.
- Eficiencia energética. La rehabilitación mejora significativamente el aislamiento térmico y acústico del edificio, lo que tiene un efecto directo en el consumo de energía de las viviendas.
- Prevención. Un buen mantenimiento logra evitar o prevenir posibles daños estructurales graves a largo plazo y, por tanto, los problemas que estos puedan ocasionar.
- Seguridad. El principal objetivo de una rehabilitación es que la estructura sea segura.
- Durabilidad. Este tipo de mejoras aumenta la vida útil de los edificios.
- Revalorización. La propiedad incrementa su valor después de cualquier tipo de rehabilitación.
- Preservación del patrimonio. En edificios de valor histórico o arquitectónico este tipo de trabajos de conservación son fundamentales.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de rehabilitar una fachada?
El trabajo de rehabilitación de una fachada puede tardar entre varias semanas hasta meses, dependiendo de las actuaciones que sea necesario acometer, el estado del edificio, su tamaño, así como las condiciones climáticas.
Cuando se trata de una comunidad de vecinos, será imprescindible contar con la aprobación de todos los propietarios para encargar los trabajos. Recomendamos tener en cuenta estos puntos.
- Normativas. Es imprescindible conocer las leyes locales y los permisos necesarios que hay que pedir antes de acometer cualquier trabajo, especialmente, si el edificio tiene algún tipo de protección por valor histórico o arquitectónico. El ayuntamiento requerirá una serie de documentación para conceder los permisos: estudio de viabilidad, gestión de residuos, presupuesto de obra y memoria descriptiva del proyecto.
- Contratación de profesionales. Un equipo de profesionales realizará una primera inspección para conocer el estado y cuáles son las actuaciones necesarias a la vez que estudian si hay alguna medida preventiva que tomar. Además, si se trata de una empresa con experiencia en rehabilitaciones, cumplirá con todas las normas de seguridad para proteger tanto a los trabajadores como a los viandantes mientras se realizan las actuaciones.
- Materiales. La selección de materiales debe cumplir con dos requisitos principalmente: la durabilidad y la sostenibilidad.
Qué es la I.T.E. y la I.E.E.
La Inspección Técnica de Edificios es obligatoria para edificios de más de 45 o 50 años de antigüedad, aunque depende del ayuntamiento. Debe encargarla el propietario de la vivienda a un técnico cualificado para que examine completamente el edificio con el fin de verificar si se cumplen unos estándares de seguridad y salubridad óptimos. Si se cumple, el técnico emite un certificado favorable.
El informe de evaluación de edificios es un documento que indica el estado del mismo respecto a su conservación, si cumple con la normativa, accesibilidad y certificación energética.